David Robinson baterista del grupo, no solo fue el último miembro en unirse a la banda, sino también fue el responsable de dar el nombre y posteriormente el encargado de la imagen del grupo. A David le gustaba coleccionar el arte de la dualidad entre el erotismo y la inocencia de las Pin ups de los años 40 - 50 y conocía muy bien el trabajo del peruano Alberto Vargas del cual era confeso admirador. David quería una “Chica Vargas” - como también eran conocidas - para la portada del segundo álbum de la banda, nos imaginamos que para David contactar y conocer a Vargas fue un verdadero placer.
A la sazón Vargas contaba con 83 años “…perdí a mi mujer Anne May en el 75, no hice mucho desde entonces... no sabía si estaba vivo o muerto… Candy O me trajo las ganas de trabajar nuevamente…” Alberto Vargas y Anne May Cliff se conocieron mientras Anne May iba a su trabajo en el "Greenwich Village Folliers" de Broadway que era un reflejo de "La Follies Bergeres de París, donde Vargas sabía de las andanzas de Tolouse Letrec, emulándolo en el acto, le propuso a Anne may que fuera su modelo advirtiéndole que estaba sin dinero, llegando a ser su musa primero y después su esposa. Vargas venia de Suiza donde estudio dibujo cinco años y al estallar la segunda guerra mundial su padre le pide que regresa a Arequipa, su ciudad natal, pero accidentes fortuitos hicieron que recale en Nueva York donde conoció a Ann May desarrollando toda su gran obra, trabajando para revistas con "Squirre" y "Playboy" retratando a celebridades y diseñando escenarios par la Warner Bros.
Cuando se conocieron, David estuvo fascinado por su trabajo… “Era maravilloso, había cuadros por toda la casa, hasta en el piso, fumaba constantemente, había colillas y manchas de café en algunos cuadros…” “Fue una maravillosa experiencia, habían pinturas por toda la casa, hasta en el piso. Vargas fumaba continuamente y sus cenizas caían en las pinturas. El era muy descuidado en cuanto a su trabajo, poniendo tazas de café en las pinturas y cosas por el estilo. A Vargas no le gustaba mucho la música de The Cars, solamente decía que había hermosas mujeres en sus conciertos. David le dijo que todas las mujeres se vestirían como “Candy O” para el concierto que el grupo le entregara un disco de platino por su contribución al proyecto. Vargas estaba entusiasmado.
Los primeros bocetos para la carátula fueron censuradas por su sello grabador: Elektra Records, por que mostraban los pezones y un poco de bello púbico, cosa rara en Vargas quien siempre había representado a la mujer en su más inocente, sensual y provocadora imagen de mujer sorprendida. Cuando trabajaba en Play Boy y le exigían más “crudeza” en sus dibujos Vargas rechazaba tajantemente la propuesta por respeto a la imagen de la mujer.
Por coincidencia la chica de la portada de Candy O se llamaba Candy Moore, y tenía que ser espectacular, a pedido expreso de Johnny Lee (izquierda) – director de arte de Elektra y, naturalmente de David Robinson (der) . El departamento de arte de Elektra Records recorre con cierta avidez las calles de Beverly Hills en busca de una rubia excitante hasta que encuentran a Candy Moore. Un concesionario e la Ferrari fue el lugar elegido para la sesión de fotos y Jeff Albertson fue el fotógrafo. Luego de encontrar la foto perfecta, fue entregada a Alberto Vargas (al centro) y el resto es historia.
Vargas, then eighty years old, came to see a Cars concert in LA "He just said it wasn't his kind of music," says Robinson, "but he was impressed because he could see that we worked really hard. And he said there were beautiful girls all over the place. He liked that very much."Alberto Vargas pintó en acuarela la ilustración para el álbum. “está hecho a mano, aquí no hay airbrush ni artificios, hay algunos artistas que trabajan con airbrush, pero ese no eres tú. La maquina, la está haciendo por ti. Yo tuve temor de tocar de nuevo el pincel, pero me di cuenta que mis ojos y manos estaban perfectas. Las “Chicas Vargas” eran en su época, un icono cultural y de moda, los hombres las deseaban y las mujeres querían ser como ellas. El grupo nunca quiso que ni el logo ni el nombre del grupo aparecieran en la carátula, era contra producente, querían que el arte se mantuviera “puro” la opinión de la disquera era contaría a esta idea, imponiéndose al final la opinión de Elektra Records
El teólogo Jacobo Benigno Boussuet, comenta en su "Tratado de la concupiscencia" decía "... No améis al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en el mundo la caridad del padre y por lo tanto no se le ama a Dios . Porque todo lo que hay en el mundo es concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia de la vida..." El que después fue Obispo de Metz en 1670 decía que el mal se encontraba asociado a la carne y en la desesperación por ver y probar placeres que entonces quedaban a nuestro alcance... menos mal que "Candy O" no se da por enterada y es etérea y solo vive en nuestros corazones y en este blog..